miércoles, 3 de noviembre de 2010

Ponte en mi lugar

Reflexionemos a través de una mujer y su carta. Una carta impregnada de dudas razonables, temores y sentimientos, demostrando voluntad, fortaleza, competencia, conocimiento, experiencia y capacidad de empoderamiento... toda una serie de actitudes y aptitudes que ruegan empatía, diciéndonos claramente: "Ponte en mi lugar".

" Soy una persona bastante adaptada, si no empleo esta palabra negativamente, adaptada al entorno en el que estoy, con pareja estable, un trabajo que me gusta, miles de inquietudes culturales, incluso popular en la ciudad donde vivo, donde me conocen por mi trabajo. Todo esto me da fuerza, y al mismo tiempo me hace pensar en la gente que, teniendo un diagnóstico parecido al mío, y habiendo pasado por experiencias similares de desconexión de la realidad y puro terror, no tienen la misma suerte, bien porque su situación vital no es agradable, porque no disponen de redes sociales sólidas, o porque son presa del estigma o el autoestigma. Por eso no me desvinculo de ese sufrimiento, aunque a mi no me afecte tan directamente.