Mi denuncia a “Sortir del túnel”: El fin NO justifica los medios.

De todos es reconocido el gran poder de los medios de comunicación, para influir en la percepción de la realidad de toda la sociedad, los medios a menudo perpetúan las falsas creencias y los estereotipos.
Como indica el título, mi 1ª entrada del año es de denuncia o pataleo. Comienzo el año como “Cazaestigma” (Equipos de lucha contra el estigma en Irlanda), por un video emitido en “La Maratò” de TV3 (Televisión de Cataluña, 2008). Ese año, dirigido a recaudar fondos económicos para ayudar a las personas que padecen Trastorno Mental Grave (TMG). La queja no se pudo hacer antes (siempre más efectivo, pero no menos importante), ya que mi blog es posterior, y también por falta de información y atrevimiento, además de que las personas protagonistas del vídeo son compañeros y conocidos de trabajo, y esperaba que los mayores afectados que participaron lo hicieran (Aún están a tiempo a través del Observatorio de Salud Mental - 1 de cada 4 / O mediante la JURIMM- Asesoria Jurídica - FEAFES).
Así que comienzo el año, con protesta, animado a seguir con la lucha a través de la presentación de un vídeo estigmatizador al máximo para la salud mental (instituciones, profesionales, pacientes y familias). Quiero dejar claro que mi pataleo sólo va dirigido al medio de comunicación y a sus profesionales que realizaron la propuesta y montaje.

Después de poder observar entrevistas a profesionales y pacientes de salud mental por el medio de comunicación, y tras la emisión del reportaje en “La Marató” de TV3, dejo aquí mi reflexión:

La falsa sinopsis del reportaje es el seguimiento de dos personas (mujer y hombre) afectadas de TMG, durante diferentes fases en el proceso de reinserción en la sociedad.
Las dos personas han pasado largo periodo en el hospital, nos hacen ver que la mujer pasa el mayor tiempo "internada" en el hospital, cuando no es cierto, y evitan la información real de que está viviendo en recurso residencial comunitario y apoyada por un Programa o Equipo con filosofía TAC de Soporte Comunitario.

El principio del reportaje es vergonzoso y catastrofista a nivel personal para la paciente (“no soy feliz”) y a nivel familiar (con comentarios “ella nos ha quitado la vida a todos”), dejando entender que el pasado fue mejor, sin expectativas para el presente y futuro, sin proyecto de vida, sin esperanza.
Claramente muestran una visión manicomial y psiquiatrizada, errónea y negativa de la enfermedad mental, cercana a “una crónica de sucesos”. Representaciones de las personas afectadas negativas, se les asigna casi siempre el papel de ‘enfermos’, son temidos, rehuidos, rechazados, delincuentes, rodeados de violencia, drogadictos, causantes de vergüenza y castigados.
Dan información sesgada, nombran diagnósticos, sin definirlos con claridad, ni explicar realmente síntomas, pero si, destacan sin tapujos la relación enfermedad mental con violencia y tóxicos, también omitiendo causas, contextos o más datos sobre dicha relación. Sorprendentemente de manera normalizada (que lo hace más estigmatizador), señalan el consumo de tóxicos como razón de ingreso en unidades específicas de salud mental (“se le encerraba cada vez que consumía drogas”). Y de hecho los profesionales que participan en el reportaje son especialistas en el tratamiento de tóxicos, pero dejándolos en mala evidencia, demuestran que con el tallerismo no se consiguen resultados positivos (al final, comentario de la paciente: “una ralla de coca no es malo”). Igualmente a través de comentarios de profesionales, queda reflejado injustamente que la mayor responsabilidad y competencia del cumplimiento del tratamiento y su Recuperación, está en el paciente.

Con la relación violencia/enfermedad mental se aumenta el estigma, por ejemplo, la imagen de un guardia de seguridad registrando al paciente cuando entra al hospital, o la paciente pidiendo ayuda, diálogo y medicación como tratamiento, haciendo crítica adecuada pero alarmante (mensaje de SOS) contra la contención mecánica (“violencia”) o aislamiento (“8 horas sin ver a nadie”). Se asume que el paciente mental es violento con comentarios del profesional confirmando que puntualmente se utilizan medidas restrictivas como tratamiento terapéutico, previa valoración de manera estandarizada (sin destacar la individualización).

Destacan descadaramente la visión y trato manicomial de la enfermedad mental por encima de una visión comunitaria, con definiciones de servicios como de “alta contención, aislados totalmente del exterior” (no es cierto), y se ensañan con la mujer de manera peliculera con imágenes emitidas como: expresiones de miedo, pena y lloros mientras habla la familia, llorando al observar en el patio de aislamiento donde otro paciente pasea en pijama. Insistenten en un continuo entrar y salir a través de las rejas, los muros del hospital, profesionales siempre “de bata blanca” (como loqueros), profesionales cerrando puertas como “carceleros”, puertas blindadas con ventanillas, cámaras de seguridad en habitaciones de aislamiento, protección en control de enfermería con cristaleras blindadas, con comentario del paciente: “en la cárcel no estuve mal, pero en el psiquiátrico, me tuve que escapar”.
Repetidas imágenes de pacientes entre rejas, generalmente sin proteger los rostros, con dudas razonables si hubo firma de consentimiento informado para grabar y emitir (a todos??). Pacientes ridiculizados bailando, la escucha de gritos, se aprecian encerrados y con pena, tirados en el suelo y bancos, haciendo gestos inadecuados, incluso una pelea, y destacando (y no logro otro sentido que el morboso) a una persona discapacitada físicamente con amputación de extremidad inferior (pierna).

En el caso del hombre (menos protagonista del reportaje) se intenta dar una visión más comunitaria y recuperadora, reflejando que puede vivir en un piso protegido o supervisado, pero se insiste más en las dificultades de convivencia, marginalidad, pasado de consumo de tóxicos y abandono familiar(2 años), actualmente “rescatado” por a un hermano.
Lástima que sea al final del vídeo, donde muestran una realidad actual y de necesidad a trabajar, dejando hablar a la protagonista, realiza la demanda de su Proyecto de Vida y define su Recuperación: TRABAJAR, UNA VIVIENDA Y UNA PAREJA.

Por otra parte, tampoco quiero caer y dar a entender en sólo hay que dar informaciones positivas que tiendan a un modelo paternalista y resaltando las capacidades de la persona.
Pienso que el reportaje tendría que haberse dirigido a considerar o solicitar más recursos comunitarios y de apoyo en el domicilio (entorno natural), o demostrar las consecuencias por la falta de ellos. Con propuestas a necesidades reales: más servicios de salud comunitaria (CSM), rehabilitación (SRC), equipos TAC, gestores de casos o PSI (Plan Seguimiento Individualizado), Trabajadoras Familiares, Pisos protegidos, Pisos Medicalizados, ayuda sociales…Para problemas reales: reflejar el daño que produce el estigma social, la falta de ayuda en el domicilio, encontrar vivienda, más apoyo en el empleo o el porqué de las dificultades de adherencia al tratamiento. Animar a eliminar medidas restrictivas y leyes de discriminación negativa (Contención mecánica, aislamiento, abuso de ingresos involuntarios, Incapacitaciones, posible TAI) o mejorar leyes con más o igual discriminación positiva que para otros (Ley de la dependencia, aplicación de la Ley General de Sanidad, Ley 41/2002, Básica Reguladora de la Autonomía del Paciente), o continuar fomentando la mejora de tratamientos farmacológicos y eliminación de sus efectos no deseados. Denunciar la falta de investigación y formación o el bajo número de profesionales especialistas…hay tanto!! para seguir luchando y conseguir la normalización de la salud y enfermedad mental...

No hay duda, los profesionales de los medios de comunicación necesitan formación para tratar temas de salud mental, y en este caso, y creo que en todos, el asegurar antes, durante y después del montaje y emisión de cualquier información, un correcto asesoramiento profesional sobre salud/enfermedad mental por la misma Institución o Servicios implicados en el reportaje. En este caso, parece que el medio no se ha documentado ni ha recurrido a distintas fuentes de información como seguramente haría con cualquier otra temática, y se ha limitado a reproducir los falsos tópicos de la sociedad, reforzando de esta manera una visión estigmatizadora de la enfermedad mental.
Por ello, quiero facilitar recomendaciones o guías contra el estigma, dirigidas a profesionales de los medios de comunicación y a personas, servicios, instituciones o asociaciones que quieran dar una información, comunicación, charla sobre salud mental: Folleto, Guía Estilo , Guía Lexicón, Manual Entidades - FEAFES.

Y para finalizar mi reflexión, supongo que el cometido del medio de comunicación era favorecer la recaudación económica (objetivo cumplido!!), pero a costa de qué? Dónde está la ética y la moral periodística (y humana)? Dónde está el derecho a la igualdad? Hace falta dar lástima, pena o compasión? Recurrir a imágenes morbosas? Manipular? Falsear? No respetar los derechos de la persona? Hay que ser tan maquiavélico?...NO HAY DINERO que pueda pagar el daño que se hace a la Salud Mental (pacientes, familiares, profesionales, instituciones) con este tipo de comunicaciones. La sociedad (incluido profesionales, pacientes, familiares, instituciones) etiquetamos, rechazamos y discriminamos sin piedad a la Salud Mental… Y ESTA NO ES LA SALUD MENTAL EN LA QUE YO CREO, NI VIVO, NI QUIERO PARA NADIE Y NI DESEO PARTICIPAR…así que menos compasión y más derechos, nadie puede defender que “el fin justifica los medios”.

Aquí el reportaje, (antes de que lo retiren) está en Español y Catalán (narrador), pero no hay problema, las imágenes dicen más que las palabras.

Y no me olvido de despedirme con música, grupo de Pop electrónico con el mejor tema de 2010 Caribou- Odessa, según las especializadas revistas musicales GO-MAG y Rockdelux.
Feliz año 2011 a todos!! Y por mi parte, espero seguir motivado con este el blog y otros proyectos…espero que se cumplan vuestros deseos.