Continuamos con la Genética y la Ética, dónde está la predicción Estética-Educacional de nuestros hijos ¿ficción o realidad?

Hace unos días (28/11/11) encontré una noticia sorprendente que no pude esquivar y se debería difundir por todos los canales de información existentes a nuestro alcance. Ahí va, seguimos motivados, seguimos con la lucha:

En el hospital Clínic de Barcelona, han desarrollado una técnica capaz de diagnosticar si el cerebro de un recién nacido ha tenido un correcto desarrollo en el útero materno. Parece ser que este problema se debe, en la gran mayoría de casos, a que “la placenta no se implanta de manera óptima en el útero. Dado que la placenta es el órgano a través del que se alimenta el feto, esto limita el crecimiento en el tercer trimestre del embarazo. Los bebés afectados suelen nacer con bajo peso, aunque no todos los bebés que nacen con bajo peso están afectados”. 

“La técnica permite predecir además qué bebés mostrarán alteraciones de aprendizaje y de conducta cuando tengan dos años (a menos que se intervenga precozmente). 

“Por primera vez tenemos la capacidad de predecir el riesgo individual de cada niño y de hacer una estimulación precoz individualizada para ayudarles a recuperar capacidad intelectual”, destacaron los investigadores. 

Dicen que es “un problema de gran magnitud, y que afecta a un 6% de la población”, que “los casos graves de desarrollo neurológico son infrecuentes y obvios desde el nacimiento”, y que “los casos leves son casi diez veces más frecuentes y mucho más difíciles de detectar”. Además, afirman, “para quien lo sufre, un fracaso escolar no es un problema leve”. 

Cuando esta técnica deje de ser experimental, “no todos los recién nacidos serán candidatos a que se les haga un examen neurológico. Su uso se restringirá a bebés nacidos con bajo peso (menos de 2.500 gramos si nacen en la semana 38 de embarazo o menos de 2.700 gramos si nacen en la 40) y a prematuros nacidos antes de la semana 32, ya que estos son los casos en que es más probable que se hayan producido alteraciones de desarrollo neurológico en el útero”. 

Es maravilloso que se ayude a los niños a mejorar su desarrollo intelectual si nacen con alguna deficiencia, así como es estupendo que la ciencia ayude a niños que nacen con algún problema físico. Sin embargo, hay un pequeño matiz ético. 

Avances médicos de este tipo, recuerdan la película de ciencia ficción “Gattaca” de 1997. Un film que presentaba un mundo en el que los hijos son elegidos mediante mecanismos de control genético para asegurar que nacen con los mejores rasgos hereditarios de sus padres. Se usa una base de datos para identificar y clasificar a aquellas personas que han sido manipuladas genéticamente, llamados válidos, y aquellas otras que han nacido sin ningún tipo de “mejora”, llamados no válidos o inválidos. Los personajes están luchando continuamente tanto con la sociedad como con ellos mismos para encontrar su lugar en este mundo y su destino en función de sus genes. Un film de ficción que nos enfrenta con los valores éticos y morales de nuestra sociedad altamente competitiva. 

Juguemos a ciencia ficción… Hablamos de un interesante avance, sin embargo, esta técnica experimental, permitiría identificar a los bebés aparentemente normales que tienen riesgo de acabar sufriendo fracaso escolar. Se supone que una vez identificados, estos datos servirán para ofrecerles una estimulación precoz para corregir esas deficiencias, pero de ese modo, se está “seleccionando y etiquetando” a las personas “aptas” de las “no aptas” y convirtiendo a las no “aptas” para que estén dentro de los parámetros educativos de nuestra sociedad. 

¿Saber si un niño será o no será “válido” a nivel educativo es realmente necesario? ¿Acaso todo lo determinan los genes? Todos los padres desean que sus hijos sean los más guapos, los más listos y los mejores en la escuela y los deportes; pero en esta sociedad elitista, ¿Qué pasa con los feos, menos “listos” o peores en sus estudios o deportes? Seguro que tienen dones maravillosos plenamente equiparables, aunque esta sociedad discriminativa no los sepa reconocer. 

Como hemos dicho en la publicación anterior, la aptitud para la vida no se puede cuantificar ni cualificar. La inteligencia no se puede medir por “buenas notas” en la escuela. Existen muchos tipos de inteligencia, y los seres humanos, somos libres para ser como somos. No sé, si es positivo realmente pretender “modificar” a los niños desde su nacimiento para que sean como nosotros queremos, para que entren todos ellos en la “rueda” que la sociedad ha dictaminado. ¿Qué pasa con los que son “diferentes”? ¿Qué pasa con su libertad de ser quienes son? 

Detrás de esa “ayuda”, podríamos encontrarnos, si nos descuidamos, con el aumento de los factores que refuerzan el estigma social, con el feo rostro de la discriminación, contra la que luchan cada día muchos padres. Los progenitores de niños con síndrome de down por ejemplo, trabajan cada día para que sus hijos sean vistos como lo más “normales” posible. Son diferentes, pero precisamente por eso deberían ser normales, porque todos somos diferentes. Es ese respeto a las capacidades distintivas de unos y de otros, es esa tolerancia lo que nos hace libres y humanos. Iguales en nuestras diferencias. Todos al mismo nivel porque todos somos seres humanos, con unas características diferentes unos de otros, pero todas en el mismo nivel de importancia. 

Tal vez lo que falla no es que unos niños nazcan con unos parámetros inferiores y otros superiores, sino que la sociedad no sepa reconocer que no son inferiores y superiores, sino distintos. El entorno hoy parece desear que todos sean abogados, pero ¿sin agricultores acabaríamos comiendo actas de firmas?. La inteligencia no se puede medir por el rendimiento escolar, y desde luego, no tiene por qué ser más inteligente un juez que un ganadero. Posiblemente tendrá mayores conocimientos, pero la inteligencia es mucho más amplia y diversa que eso. La inteligencia no es memoria, no es aptitud para aprender datos (aunque podría ser un tipo de inteligencia). Existe inteligencia para vivir, inteligencia emocional, etc. Hay, en realidad inteligencias múltiples, como las que propone Howard Gadner: inteligencia lingüística, inteligencia lógica-matemática; espacial; musical; corporal-cinética; intrapersonal; interpersonal o naturalista. Todas ellas distintas y necesarias. Ninguna superior ni inferior al resto. 

Tampoco volvamos la cabeza para buscar en el útero materno el problema del fracaso escolar. Sería demasiado fácil. El problema es sobre todo social, y abarca desde la falta de valores, la conciliación familiar, la educación en el hogar, y el tiempo que pasan nuestros hijos absorbiendo violencia, lo que la TV o los medios de comunicación les introducen en sus cabecitas, hasta el presente sistema educativo disfuncional. 

¿Cuál es la causa por la que hoy existen tantos niños y jóvenes con fracaso escolar?. Si lo analizamos, seguro que tiene poco que ver con los genes y mucho con lo que la familia y la sociedad está haciendo de ellos. Pero ese es otro tema bien distinto. Una cosa es nacer, y otra “hacerse”. 

Todo lo que sirva para mejorar la vida, nos parece interesante, útil y positivo, y por supuesto este avance es tan bueno como el que hace que un bebé ciego pueda volver a ver. Excelente. Simplemente, hagamos una pequeña reflexión sobre la ética que existe detrás de cada avance. Todos los seres humanos son diferentes, y deben considerarse como iguales precisamente por eso. Una persona ciega, una persona con síndrome de down o una persona con escasas aptitudes para su escolaridad, tienen algo que aportar. Tal vez la sociedad, con su sistema educativo incluido, debería ser el que se adapte a las personas y no a la inversa… Un niño con fracaso escolar por causas naturales de nacimiento no debe ser discriminado, ni los padres sentirlo como inferior. Tendrá otros dones, y seguro que podrá ofrecer grandes cosas a la sociedad. El problema no es del niño, sino de un mundo que no sabe reconocer.

Desde "Psiquiatria Ibiza": "Y a fin de cuentas, ¿qué importa esta técnica? Total una noticia para decir que tienen -oh novedad!- un sistema de estimulación precoz de niños de bajo peso...¿Y si el dinero invertido en esto lo hubiesen invertido en mandar a un enfermero/a a la casa de niños en familias problemáticas? Está demostrado que esa simple medida disminuye la incidencia de la enfermedad mental (AEN, F.Liria) y parece más útil que sacar fotos con radiaciones -no inocuas- a niños."

Fuente:http://cpm.com.es/detectan-riesgo-de-fracaso-escolar-en-los-primeros-dias-de-vida/?fb_comment_id=fbc_10150296347699364_18334116_10150306154919364#f2dae9836435212

Me despido, se dice que la música amansa a las fieras y nunca deja indiferente a nadie. Qué mejor tema:"Santos que yo te pinte" de Los Planetas, "santos que yo te pinte, demonios se tienen que volver...yo no soy ningún Ángel, yo no soy ningún Santo pero lo que estás haciendo es que me está matando..."